Hace algunos días, el músico y compositor chilote Claudio Pérez Llaiquel lanzó “cuadros sonoros”, su último disco. Desde el Movimiento Archipiélago Soberano no quisimos dejar pasar la oportunidad de sumergirnos en el trasfondo de este trabajo, a través de una entrevista con el autor. 

Puedes leer la entrevista escuchando el disco:

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¿Cuál es la fuerza emotiva y creativa que hay detrás de tu último trabajo? ¿Qué quieres hacer sentir a través de la sonoridad de este disco?

Este  trabajo llamado Cuadros Sonoros,  fue lanzado ahora en el mes de junio de este 2022, pero es una música compuesta y grabada el año 2008. Fue creada para el Documental “Iglesias del fin del mundo”, trabajo audiovisual realizado por la Fundación de Amigos de las Iglesias, Cuando la Unesco declara Patrimonio de la Humanidad a 16  Iglesias de Chiloé.

La fuerza emotiva que hay en este trabajo está  ligada a la nostalgia por Chiloé, ya que comencé a componer esta música en mis últimos meses de vivir en Santiago, justo antes de regresar a la Isla, así es que toda la fuerza creadora musical está impregnada de una gran energía del recuerdo de infancia en Chiloé y la nostalgia de extrañar el territorio estando lejos de la Isla por casi 8 años.

¿Qué quieres comunicar a través de “Cuadros Sonoros”?

Al ser una música creada para ambientar un documental, lo que  busco  comunicar  es básicamente un abanico de emociones ligadas, a la religiosidad, a los ambientes creados por la naturaleza, a los relatos fantásticos que se mezclan con la realidad cotidiana del Chilote, a la persona en sus oficios y costumbres que aun mantienen vivas, podríamos decir que la emoción del recuerdo también se mezcla con la esperanza de recuperar parte de aquello que cuando se comienza a proteger a través de decretos, leyes y normas, es por que claramente ha llegado a una frágil etapa de su existencia.

¿Qué diferencias y/o continuidades tiene respecto a tus trabajos personales anteriores?

Pienso que al ser este uno de los primeros trabajo que realizo de manera profesional,  es una búsqueda desprejuiciada y fresca que tiene como motor la añoranza por la tierra Chilota. Con el tiempo me cuesta mas la espontaneidad al componer,  la planificación se ha hecho mi forma de escribir.

Claudio, ¿Dónde encuentras inspiración?

La inspiración está en las cosas simples y cotidianas, a pesar del mundo actual, hasta donde  incluso Chiloé ha cambiado tanto, colapsado de autos, de gente asaltando a otros a la luz del día, de campesinos desplazados por la creciente  industria del loteo. Aún con todo aquello, los lugares siguen siendo los mismos, esa cuestión me fascina, cuando voy los Martes en la tarde a Ten Ten a hacer una clase de piano, a mi regreso me detengo en el conchal de los chonos, ese donde hay unos tótem, que fue un proyecto liderado por el arquitecto Cristian García,  me detengo y me siento a pensar esto, que ese lugar sigue siendo el mismo de siempre,  han pasado por ahí, chonos, corsarios, españoles, lanchas salmoneras, turistas, y todo eso me llena de inspiración, tocar el suelo que antes fue el habitar de otros,  lo mismo me sucede cuando voy a la feria y huelo el campo en  cada paso que doy, en el caminar cansino del hombre o la mujer de campo que parecen seres de otros planetas, ahí en el actual terminal rural de Castro, que ahora es una mezcla de barrio Meiggs, la Vega Central y Castro en la década de los 80  o 90,  el almacén, la hojalatería y las carnicerías del barrio son la resistencia de una época, el bolsito del campesino con su gran tesoro, la austeridad, lo necesario. Esas son formas de tiempo, de una época de una manera de vivir, que aún se puede cultivar .

Eso en cuanto a las inspiraciones que a mí me gusta recoger, también están las que aparecen y uno no puede desentenderse, como los momentos políticos o históricos, por ejemplo Mayo 2016, o el estallido social de Chile, la creación de una nueva constitución, este tipo de sucesos por supuesto que mueven mi interior.

¿Dónde se compuso este disco?

El disco Cuadros Sonoros fue escrito en Chonchi en calle Ciriaco Álvarez, en una casita que arrendé cuando vuelvo a Chiloé el año 2008, y otras fueron escritas en mis últimos años de estudiante en Santiago, Ñuñoa, Calle Amapola.

¿Qué músicos te apasionan, de esos que te vuelan la cabeza? Coméntanos de algunos ¿Qué fibra te tocan?

Son muchos los músicos que admiro, pero nombrare a 5 que siempre están en mi camino. Violeta Parra es mi primer músico, poeta, investigadora y alma mater, me conmueve su trabajo. Todo lo que hizo y me gusta saber que por mas que leo y veo siempre falta algo que aprender de toda la gran obra que nos dejó, es impresionante. Siguiendo con la música Chilena me vuela la cabeza el trabajo de Fulano, lo novedoso de su propuesta para la época y el contexto histórico en que aparecen, con irreverencia a la dictadura y con un  sonido demoledor.

Astor Piazzolla fue igual que descubrir a Julio Cortazar, un Latinoamericano sofisticado y lleno de mundo. Hermeto Pascoal es otro gigante de la música Americana que cada vez que lo escucho es como beber agüita de manantial, muy novedoso y lleno de selva siempre, y por último, no podría dejar fuera a mis dos impresionistas que los vengo oyendo desde los 16 años, Maurice Ravel y Claude Debussy. Para mí, con estos nombres, podría irme a otro planeta sin problemas.

¿Por qué es importante la música en Chiloé y para donde debería apuntar su fortalecimiento desde las instituciones?

La música en nuestro territorio ha cumplido una función primordial en el desarrollo de nuestro pueblo Chilweño, en sus características culturales, en las costumbres y creencias, es la música el arte que  se deja caer en medio de la gente, en la devoción y la fe, en la minga, en las majas, hasta los desteñidos festivales costumbristas de la actualidad.

El fortalecimiento del desarrollo musical debe ser una prioridad en las mallas curriculares de nuestros Colegios,  esta comprobado por medio de la neurociencia que el estudio de la música a temprana edad, estimula el cerebro a tal punto que quien lo practica, ve elevada sus facultadas intelectuales no solo para el desarrollo de la música, si no como una forma de crecimiento integral en la persona. Por tanto en un territorio donde existe una cultura en torno a la danza y la música, me parece muy relevante, levantar instrumentos pedagógicos y prácticas que estimulen y acerquen a nuestros niños y niñas a conocer primero de nuestra cultura. También es importante fiscalizar los organismos estatales y municipales que funcionan en el territorio relacionados a la Cultura, estos deben responder a generar planes de extensión Cultural, presentar el trabajo a la comunidad, en las Islas, propiciar el desarrollo de alto rendimiento así como la masividad,  ambos conceptos deben coexistir armónicamente,  deben crearse mas escuelas municipales  de Arte, que propongan la investigación, estudio, practica y creación, en múltiples disciplinas.

¿Cómo vez eso, cómo te imaginas una gestión cultural ideal en Chiloé, con qué énfasis y cuidados?

Lo ideal siempre será ideal, a mí me gustan las cosas posibles, por ejemplo,  que cada comuna esté organizada culturalmente, que los departamentos de Cultura tengan una programación anual, contemplando a todas las edades y audiencias y la mayor cantidad de géneros artísticos, Cine, Pintura, Teatro, Música, Títeres, Cuenta Cuentos, Escultura, Literatura,  como oferta Cultural,  y como talleres formativos  a los cuales la comunidad pueda acceder, sin duda funcionaría como una inyección económica para el medio artístico local, logrando crear una escena provincial donde nuestros artistas puedan itinerar,  esto ayuda a la formación de audiencia y  nos instala un paradigma diferente de funcionamiento, ya no sería necesario estar mirando a la otra orilla, como dice Sergio Mansilla en el poema “ Anda al pueblo hermano”. Tendremos la oportunidad de trabajar en nuestro territorio cumpliendo con una triada básica que valoran y cultivan los pueblos desarrollados, “la creación, la interpretación y el consumo de estos bienes”,  Chiloé tiene 10 comunas, perfectamente se puede aterrizar el concepto de “ industria de la música”, o en este caso del arte, a un desarrollo territorial beneficioso para todos.

¿Quiénes posibilitaron este trabajo?

Estas composiciones fueron encargadas por la productora Marka Group, para el documental “Iglesias al fin del mundo” dirigido por Sebastian Penna y Martín Arechaga  entre los años 2007 a 2009. La grabación de este disco se dio de una manera bastante particular para la época ( 2008), las músicas, casi en su totalidad fueron escritas acá en Chiloé y yo grabé los pianos de todas las piezas y envié este material a mi amigo Compositor, Ricardo Luna. Ricardo dirigió y grabó  sesiones con Diego Vieytes en flauta traversa, Felipe Vieytes y Juan Osorio en violas, Fernanda Sepúlveda en Cello , Ricardo grabó y unió a todos con el piano.

Un amigo y compañero de niñez en Chonchi, Patricio Maripani Navarro,  un día me dice, por que no subes tu música a Spotify y el gentilmente masterizó mi disco y subió esta música a las plataformas  virtuales, a sí es que a todos ellos les agradezco profundamente.

 ¿A quienes agradeces? 

Agradezco a mi familia, Soledad, Francisco y Matilde, a mis amigos y amigas que siempre me alientan a seguir componiendo y a Chiloé por ser siempre el motivo de mis pensamientos musicales.